Cocteau Twins - El Dolor a Contraluz

Cocteau Twins - El Dolor a Contraluz
Por Elara Rhea

Esta nota está dedicada a todos los que hemos encontrado en la música de Cocteau Twins el camino de regreso hacia nosotros mismos

"Al cantar,

no me siento como otros dicen sentirse

cuando me escuchan.

Mientras otros perciben belleza,

yo estoy sintiendo dolor…"

Elizabeth Fraser


El Nacimiento

Fue en 1982 cuando comenzó la historia de los gemelos. Robin Guthrie trabajaba como D.J. en un club punk de Grangemouth, una sencilla ciudad industrial de Escocia. Tocaba en varios grupos como invitado, pero deseaba formar su propia banda. Ya había convencido a su amigo de adolescencia Will Heggie para que lo acompañara en su proyecto. Faltaba una voz que entregara su alma a las composiciones que ellos comenzaban a crear.

Mientras, Elizabeth Fraser se había unido a una comunidad punk después de haber huido de su casa a los 16 años. En ese entonces, Liz lucía el peinado mohicano que identificaba a este movimiento. "Yo era la punk - rocker más dulce que alguien pudiera imaginar… me parecía a Wilma Picapiedra", recordaría ella en 1996.

Liz estuvo yendo durante todo un año al club donde trabajaba Robin antes de hablar con él: "un día, estábamos todos tan borrachos que hablábamos unos con otros como si nos conociéramos… entonces le hablé a Robin por primera vez... él me dijo que quería formar una banda y buscaba una vocalista. Yo acepté porque no estaba haciendo nada".

Así es como influenciados por bandas punk y new wave como Sex Pistols, The Buzzcocks, The Birthday Party y Simply Minds, los gemelos comenzaron a dar vida a su música de ensueños.

Un Amor Enceguecedor

"Ahora que soy la hermana de tu piel

y ya no eres un hombre solo

en la soledad del mundo.

Dame la mano

y seguiremos integrando

una canción profunda".

Raquel Jodorowsky

En 1982 es lanzado el primer disco de los gemelos (Garlands). Ese mismo año, Liz y Robin dieron comienzo a una tormentosa relación de pareja. En ese entonces, ella se sentía sola y confundida: "Yo me sentía perdida, no sabía quién era y él pensaba plenamente por los dos… Creo que nos enamoramos por motivos equivocados".

En la década de los ochenta y mientras la fama del grupo aumentaba, la negativa de ambos de hablar con la prensa acerca de su relación dio pie a que la banda fuera cubierta por un aura romántica que distaba bastante de lo que ocurría en realidad.

La suave y desgarradora ternura que expresaba Liz al cantar, sumada a las guitarras que se volvían cada vez más etéreas y sugestivas, no hicieron más que acrecentar el mito de la historia de amor convertida en música.

En 1983 es lanzado el segundo disco (Head Over Heels) y el grupo comienza una gira europea como teloneros de Orchestral Manouvers in the Dark (OMD). La rutina significó un importante desgaste en las relaciones humanas al interior de la banda, lo que llevó a Will Heggie a abandonar el proyecto una vez finalizadas las presentaciones.

Es entonces cuando llega Simon Raymonde a encargarse del bajo, marcando el comienzo de un camino que se iría alejando cada vez más de las influencias del post punk. Con ello, el sonido de la banda tomaría colores propios, más allá de las modas que en ese momento se imponían en el Reino Unido.

Mientras la música de los gemelos se hacía cada vez más onírica, la relación entre Liz y Robin se sumergía cada vez más en el caos que precipitaría el fin. Simon, en tanto, se transformaba en un puente conciliador entre estas dos salvajes soledades. Y la música, en la única manera que encontraban para comunicarse entre ellos y con el mundo. Robin señalaría en 1994 "...Desde un comienzo, nuestra única forma de expresión (y me refiero en todos los ámbitos de la vida) fue la música… Creo que nunca intentamos cambiar el mundo, sino simplemente cambiarnos a nosotros mismos…"

La Voz del Alma

"...Entonces me disuelvo, me vuelvo fluida, fluyante.

Huyo de la tortura que me aguarda

como un gigantesco exprimidor de sangre.

Escapo para evitar la autodestrucción y la locura…"

Anaïs Nin

Mucho se ha dicho acerca del significado de las letras de Cocteau Twins. El misterio y la ambigüedad de éstas siempre fueron motivo de especulaciones. Cuando en la década de los ‘80 Liz era consultada al respecto, repetía una y otra vez: "No lo sé". Esta actitud entre tímida, indiferente y hermética no hizo más que alimentar el mito.

Su obsesión con los fonemas, los balbuceos y los susurros hicieron que fuera comparada con los dadaístas, y su afición a inventar palabras sólo por la fascinación de crear sonidos la llevaron a ser comparada con el poeta romántico francés Stéphane Mallarmé.

La combinación que Liz realizaba de palabras en distintos idiomas, creando luego neologismos que integraban los significados conocidos y dejaban espacio para que cada persona las interpretara desde su propio mundo interior, la llevaron a ser comparada con el escritor James Joyce.

Sin embargo, al ser consultada Liz mantenía su postura "simplemente no sé por qué canto como canto. Nunca he leído ni a Mallarmé ni a Joyce".

Por otra parte, las declaraciones de Robin que invitaban a que las personas se dejaran llevar por el sonido de Cocteau Twins y olvidaran buscar un significado único a las letras de las canciones, llevaron a la prensa especializada a señalar que esta banda representaba para la música lo que los impresionistas para la pintura. Todo por darle preponderancia a la esencia de los sentimientos y de las sensaciones en lugar de simplemente hablar acerca de ellos.

Lo cierto es que durante toda su trayectoria en Cocteau Twins, Liz llevó diarios donde escribía palabras en varios idiomas, las que llamaban su atención por el sonido más que por el significado. En estos diarios iba escribiendo también las frases que inconscientemente venían a su cabeza, las que después desintegraba al cantar para dar vida a los fonemas que han llenado de magia su canto.

Al detenerse en las escasas frases coherentes distinguibles en la primera etapa de Cocteau Twins, es posible encontrar una incesante necesidad de llevar consuelo a almas sin nombre que se encuentran sumergidas en un profundo estado de desolación. Este consuelo se volvería una desagarradora plegaria en el tema Pink Orange Red (perteneciente al E.P. Tiny Dynamine, de 1984): "Cae/ Por favor levántate/ No te arruines a ti mismo/ En mi corazón/ Te levantas/ En mi corazón/ Yo canto esta canción/ Vuelve a levantarte/ Yo estoy en esta canción".

En 1984 es lanzado el disco Treasure. Con Liz inspirada en mujeres míticas como Lorelei, Perséfone, Pandora y Beatrix, y la música sonando como el flujo de los océanos, este trabajo representa un homenaje a lo que el inconsciente colectivo simboliza como el mundo femenino. Desde entonces, el fluir de lo femenino (que en los discos anteriores sólo se insinuaba) estaría presente transversalmente en las creaciones de la banda.

Cuando en 1986 aparece el álbum Victorialand, la música de Cocteau Twins llega a ser denominada "La voz de Dios" en el Reino Unido. Este disco en particular representa el máximo nivel de experimentación alcanzados por el grupo, ya que prácticamente carece de líricas legibles. No deja de ser simbólico que éste sea uno de los discos más intensos y conmovedores de toda su trayectoria. Representa simplemente el alma de los tres gemelos en un grado supremo de comunión, entregados a una explosión de sonidos que no es sino la voz de sus propios mundos internos.

Sin embargo, la elevación espiritual que supone la música resultante de este disco parece ser más un intento de huir del infierno que cada uno estaba sufriendo en la tierra. Una manera de viajar hasta la tranquilidad más sublime, un camino que les permitiera sobrevivir a pesar del dolor marcado sobre sus alas.

No es de extrañar entonces la ausencia de letras. Cuando el dolor es tan profundo, no hay palabras que permitan dimensionarlo. El flujo contenido en la música de los gemelos no ha sido sólo el resultado de la experimentación. Representa una manera de consolarse a sí mismos creando caminos hacia otros mundos.

Música para Cambiar de Planeta

"Teníamos todo,

pero saliste a cantarle a la luna

y yo me enredé en la luz de una estrella..".

Teresa Wilms Montt

En 1990 nace Lucy Belle, hija de Liz y Robin. Lo que ante los ojos de los demás no era más que la coronación de una historia de amor hecha música, no fue sino el único camino que vislumbró Liz para salvar su cada vez más invivible relación con Robin. "Fue mi último y desesperado intento por retenerlo a mi lado", confesaría en 1996.

No obstante las dificultades con Robin, el nacimiento de Lucy significó para Liz la oportunidad de sanar sus heridas relacionadas con la familia y la maternidad, llegando a ser entonces una importante fuente de desarrollo espiritual. "Tuve que mirar dentro de mi alma y enfrentarme a todos los dolores de los que había intentado huir. Fue un proceso doloroso que me permitió conocerme más. Por eso, sólo ahora puedo hablar acerca del significado de mis letras. Cuando no sabes nada de ti, ¿cómo puedes comprender tu mundo interno…?"

Inevitablemente, los conflictos personales existentes entre Robin y Liz repercutieron en el trabajo que realizaban junto a Simon como banda. Cuando Robin recuerda el turbulento período entre 1990 y 1993, insiste en que se admira de no haberse matado mutuamente, haber cometido suicidio colectivo o haber incendiado el lugar en que vivían. Resulta difícil imaginar que en tal clima de agresividad se gestara una música tan llena de armonía.

En esos años, los tres integrantes de Cocteau Twins debieron enfrentar sus propias tragedias personales. En 1993 Robin se internó en una clínica para rehabilitarse de su adicción a las drogas y al alcohol. Al mismo tiempo, Liz era internada en una clínica psiquiátrica para reponerse de un "colapso nervioso", relacionado tal vez con la bulimia que había estado sufriendo durante varios años.

Cuando Robin se recuperó de su adicción a las drogas y Liz de sus problemas emocionales, decidieron terminar con su relación de pareja. Mientras, Simon intentaba mantener la calma para seguir adelante con los proyectos de la banda.

El dolor que para cada uno de los integrantes del grupo significó este período quedaría plasmado en el disco Four Calendar Café, lanzado precisamente en 1993. Este trabajo desborda delicadeza y ternura en cada uno de sus temas. Una vez más, la música se convierte para los tres gemelos en una puerta de entrada a otros mundos, donde todos los dolores sufridos en los distintos momentos de la existencia pueden ser consolados.

La Infancia Recobrada en un Café

"Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas,

de un Dios encontrado en alguna parte

y al fondo de ti misma

recuerdas que eras tú."

Vicente Huidobro

El proceso de creación del disco Four Calendar Café estuvo marcado por una profunda reflexión de cada uno de los integrantes del grupo respecto de quiénes habían sido y en quiénes se habían convertido.

Para Liz, significó enfrentarse además al feroz sufrimiento vivido durante su niñez. Tal vez por eso la carátula muestra unos juguetes vistos a través de luces ultravioletas, como una manera de representar el comienzo de la reconciliación de Liz con una infancia marcada por el dolor llevado en silencio.

Liz sufrió abuso sexual desde los seis años de parte de su hermano, y probablemente, de parte de su padre: "Realmente no tengo la certeza. Las personas que hemos sido abusadas recordamos los ataques sin el rostro del agresor… siempre nos estamos protegiendo de ellos, incluso cuando recordamos…"

Una vez más aparece la idea del dolor que cuando es insoportable se vuelve confuso, sin forma, sin nombre. Muchas veces, los niños que sufren abuso sexual desarrollan dificultades para comunicarse con el mundo. Es tanto el dolor que fluye desde la realidad, que el mundo psíquico se refugia en fantasías donde ningún otro ser humano tiene cabida, porque recuerdan las heridas que se pretenden olvidar.

Al revisar las letras creadas por Liz para la música compuesta por Robin y Simon a lo largo de la historia de Cocteau Twins, siempre es posible hallar un mensaje aparentemente indescifrable que representa la entrada a mundos de fantasía, donde las mamás son mariposas, donde las lágrimas son de perlas y donde es posible fluir hasta ser tragados por el mar, para luego transformar la sangre y el dolor en la canción de una sirena.

En la música de Cocteau Twins todo el sufrimiento es transformado en luz, dando paso a lugares donde la belleza puede volverse insoportable de tan intensa y pura.

Cuando Liz reflexiona luego del lanzamiento de Four Calendar Café acerca de su particular manera de cantar, concluye que siempre se había estado diciendo lo mismo de distintas maneras, sólo que no quería que nadie más comprendiera su mensaje: "Cuando me preguntaban acerca del significado de mis letras y yo respondía "no lo sé", era porque realmente no lo sabía. Simplemente afloraban a mi mente de manera inconsciente. Sólo ahora me he dado cuenta que tenía temor de ser oída, terror de ser juzgada".

Todos esos juegos de palabras, las rimas y los fonemas no eran sino mensajes que Liz se enviaba a sí misma. Su canto ha contenido todo el dolor acumulado a lo largo de su vida. Se ha nutrido de sonidos que dan cuenta de su íntima necesidad de ser consolada. Al no recibir este consuelo en el mundo real, lo creaba con su voz para dedicárselo a sí misma en cada una de sus canciones.

El dolor y la tristeza siempre estuvieron en el canto de Liz, pero sólo en Four Calendar Café es que ella se siente capaz de utilizar un lenguaje más claro que en los discos anteriores, permitiendo que quienes la escuchemos lancemos una mirada a ese mundo interior que tanto ha protegido desde que comenzó a ser dañado.

En el tema Evangeline alude a lo que fue su difícil paso por la adolescencia: "El dolor de permitir que algún otro te defina / Conoce quién eres a cada edad/ ¿Qué impresión estoy dando? / Me veo a mí misma como otras personas me ven/ No hay vuelta atrás/ Ahora no puedo parar de sentir/ No soy la misma / Estoy creciendo otra vez/ No hay vuelta atrás/ No puedo parar de sentir/ Tuve que fantasear / Fui una princesa/ Mamá y papá fueron la reina y el rey/ ¿Tengo que sentir esto?/ Me veo a mí misma como otros me ven/ Tuve que fantasear para sobrevivir/ Fui una artista famosa/ Todo el mundo me tomó en serio/ Incluso aquellos que nunca me comprendieron / Tuve que fantasear para sobrevivir…"

Los abusos sexuales que sufrió en su infancia son aludidos en el tema Theft, and Wandering Around Lost: "Mi cuerpo es mío/ Mi cuerpo es solamente mío/ Y yo merezco protección y puedo crearla para ti/ ¿Esto es lo que mi cuerpo ha dicho?/ Úsame, dréname/ Cae a mi alrededor/ ¿Esto es lo que mi cuerpo ha dicho?/ Engúlleme/ Estoy casi muerto..."

En medio de dolores tan profundos e íntimos, es posible además encontrar en este disco la esperanza que para Liz ha significado la crianza de Lucy, como en Pur: "Estoy feliz de que seas una niña/ Me siento bendecida por conocerte/ Te quiero porque eres tú/ Estoy feliz de que estés creciendo .../ No tengo miedo de que envejezcas/ ¿Qué necesitas?/¿Qué deseas?/ Te amo y sé que puedes imaginártelo."

La Leche y los Besos

"...Y sin embargo, en mí la niña no pudo morir

como tenía que haber muerto

Porque según las leyendas,

es necesario que vuelva a encontrar a su padre"

Anaïs Nin

Si bien después de 1993 Simon, Robin y Liz dieron comienzo una nueva etapa en su relación como compañeros de banda, las dificultades nunca se alejaron demasiado.

Cuando se encontraban grabando Milk and Kisses, Robin ya había formado un nuevo hogar con Florence y Liz había recién terminado una relación sentimental que significó una importante experiencia en su vida. Sin embargo, las relaciones al interior de la banda iban de mal en peor. Simon grababa sus partes durante el día, Robin durante la noche y una vez que estaban los temas listos, Liz grababa las pistas con su voz. Prácticamente evitaban relacionarse unos con otros.

Simon se refiere al clima que históricamente ha existido dentro de la banda, el cual se vio agudizado mientras trabajaban en el que sería el último disco: "Existe tanta agresividad, rabia y rencor al interior de esta banda y aún la gente continúa diciendo que nuestra música transmite tranquilidad…"

El nombre de este disco está inspirado en las palabras que unos amigos de Liz le dedicaron en una oportunidad:"Una vez me encontraba muy mal anímicamente y unos amigos intentaban consolarme a través del teléfono. Uno de ellos me dijo: ‘Liz, arranca el veneno de tu alma y reemplázalo por leche y por besos’"

Una vez más, Liz convierte su voz en el consuelo que necesita para sentirse mejor, para atenuar ese dolor que parece no abandonarla jamás, a pesar de sus desesperados intentos por mirar hacia los cielos y lograr sonreír.

Para Liz, este disco tiene mucho de esa leche y esos besos que sus amigos le dedicaron. Apenas lanzado este disco en el Reino Unido, Liz debió enfrentar la muerte de su padre. Cuando un ser querido muere, surge la necesidad de recordar todo lo que esa persona nos dejó en su paso por nuestras vidas. Para Liz, la muerte de su padre significó mirar una vez más sobre los dolores acumulados desde su más temprana infancia.

Tanto dolor sobre el alma aparece en las letras de Milk and Kisses, donde es posible hallar la enorme necesidad de Liz de reencantarse con la belleza de aquellos detalles que llenan de ilusiones la vida de los seres humanos. De alguna manera, necesita recordar sus sueños y sus amores para sentirse ligada a esta existencia.

En Half Gift habla acerca de las dificultades de los seres humanos para entregarse por completo cuando se enamoran. Por eso se refiere a entregas a medias: "Es un antiguo juego, mi amor/ Me quieres cuando no puedes tenerme/ porque sabes que no estás arriesgando nada/ Existe intimidad cuando estamos al mismo tiempo en un mismo lugar/ Una relación que es honesta con lo que sentimos, y con quienes realmente somos/... Y yo aún soy adicta a esto/ porque me aleja de mi soledad/ Pero esta relación no puede sustentarse por sí misma…"

En el mismo tema, Liz intenta recordarse cuánto ama la vida en la Tierra, cuánto la emociona el proceso de crear música, cuánto ama a su familia, a sus amigos, y lo más importante, cuánto amor siente por ella misma: "Sólo tengo que saber cómo estar en el proceso de crear cosas de la mejor manera / Aún tengo un mundo propio para ser llenado/ Aún tengo una vida que es rica/ Incluso con los lamentos / Incluso con el dolor y la tristeza/ Todavía me preocupo por este planeta / Aún me siento conectada con la naturaleza y con los sueños que tengo para mí misma / Tengo a mis amigos, a mi familia / Me tengo a mí misma/ Aún me tengo."

En Milk and Kisses, Liz vuelve a entregarse el consuelo que le permite seguir adelante. Esta vez, se muestra los tesoros que esconde su alma y mira hacia los arcoiris que ha guardado dentro de sí a través de los años, dejando escapar destellos violetas que le permiten mirar hacia el sol sin enceguecerse.

Al contemplar las presentaciones de Cocteau Twins en vivo es posible percibir el dolor que siente Liz al entonar cada canción y la ternura con la que intenta atenuar el peso de sus heridas: Liz suele cantar con los ojos cerrados. Si los abre, su mirada parece no ver a nadie. Se pierde en un horizonte que sólo existe dentro de ella. Después de terminada cada canción, busca los ojos de Simon, como quien busca la aprobación de un padre. Simon cumple el rol que Liz le asigna, correspondiendo a sus miradas con sonrisas y gestos de asentimiento. Robin aparece generalmente más preocupado del sonido de su guitarra que de lo que esta ocurriendo a su alrededor.

En diversas entrevistas que los tres gemelos concedieron con motivo de su gira para promocionar Milk and Kisses en Estados Unidos y Canadá, se respira el clima que terminaría por separar definitivamente sus caminos en la música: "Yo amo a Simon como se ama a un padre", dice Liz. "Yo también te amo", responde Simon. Mientras, Robin se encarga de dejar en claro que nunca está de acuerdo con Liz y que sólo a veces lo está con Simon.

El Resplandor de las Luces Gemelas

"Éste ha sido el pan cotidiano de mis días,

Mi constante búsqueda obsesiva de lo irrecuperable…"

Antonin Artaud

En 1998 Liz decidió abandonar a Cocteau Twins para comenzar una carrera como solista. Robin y Simon estuvieron de acuerdo y cada uno emprendió su camino. Sin embargo, la marca que Cocteau Twins dejó sobre ellos continúa presente en los trabajos que han realizado desde la separación.

Al contener una mirada sobre los sufrimientos más íntimos y menos compartidos, la música de Cocteau Twins permite que quienes logren adentrarse en el mundo por ellos creado encuentren un espejo para contemplar sus propios y únicos dolores.

La esperanza que emerge desde sus melodías permite que quienes las escuchan se sientan consolados. La belleza es depositada directamente sobre el alma de lo que cada persona está siendo y está a su vez poblada por las voces y las imágenes que llenaron de sueños aquellos lejanos universos infantiles.

No resulta casual que el canto de Liz suene muchas veces como las canciones de cuna. Es como si ella al cantar se transformara en su propia madre, que como en los cuentos de hadas, la llena de amor susurrándole al oído frases dulces para que pueda dormir sin tener pesadillas.

Inspirada en la música creada por Robin y Simon, Liz se ha cantado a sí misma las canciones que su madre jamás le dedicó, se ha contado los cuentos de hada que su padre destruyó, transformando cada una de las lágrimas que en su infancia nadie secó en melodías llenas de paz y tranquilidad.

Liz sufre mientras canta, porque de algún modo, mediante la música logra llenar su alma de todo aquello que jamás podrá esperar de otro ser humano. En su decepción es donde radica su mayor tristeza. Y es su dolor el alma de Cocteau Twins.

La música de Cocteau Twins representa un camino que nos permite descubrir el principio de nuestras propias almas. Nos conecta con todas aquellas emociones que muchas veces ocultamos a los demás, por temor a ser heridos. Tal vez por eso resulte tan conmovedor escucharlos cuando nos sentimos solos, cuando no queremos compartir con nadie las cicatrices dejadas por otros sobre nuestros mundos íntimos.

El canto de Liz es una manera de volver transparente la inocencia perdida, arrebatada bruscamente desde sus entrañas cuando tenía seis años, destrozada por un mundo que cada vez deja menos espacio a la compasión y a los sueños.

Ante tanta desolación, Simon, Robin y Liz dieron vida a todo un cosmos de música creado por las formas que sólo tienen la inocencia y la ternura. Un lugar que se encuentra en algún rincón olvidado en cada una de las almas humanas, donde el dolor es llenado de luz para rescatar el brillo que lo convierte en algo que llega a convertirse en hermoso de tan humano.

Cocteau Twins - El Dolor a Contraluz
Por Elara Rhea

6 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por el excelente artículo, el cual hizo que de inmediato pusiera un cd de ellos y recordar sus bellas melodías...
Chanosplay.

Anónimo dijo...

Muy bueno el articulo sobre este extraordinario grupo, en particular soy fanatico de los Cocteau twins asi como de Lowlife y Collection d'arnell Andrea grupos que de alguna forma plasman la belleza y la melancolia del alma...saludos.

JCazalo.

Anónimo dijo...

Elara, gracias por tu articulo, me hizo estremecer como el canto de Liz.
Casualmente ayer los escuche 2 horas, y pense que lastima que no estan juntos para darnos mas musica. Hoy me entere que Robin estarà en chile y Buenos Aires, por supuesto lo ire a ver, seguramente recordare los shows que hicieron en el '91, los primeros y mejores que vi en mi vida. Saludos. MirFix

antisadomaso dijo...

Jamas habia leido una reseña que describa con tanta precisión la historia de esta banda de leyenda y al mismo tiempo transmita con tanta belleza su oscuro y nítido encanto. Tal vez se podría hacer lo mismo con cada uno de sus trabajos, q son cada uno como mundos absolutamente únicos y al mismo tiempo entrelazados, como regiones diferentes de una misma alma cósmica. Algo q no quiere ser una objeción sino un matiz: un lado profundamente sonriente también se puede encontrar en ese viaje al interior de uno mismo q es la musica de Cocteau, y no todo es dolor, tampoco admitiría una lectura masoquista de esta experiencia, creo, la belleza en el dolor es belleza a pesar del dolor y no a causa del mismo. Recomiendo una excelente banda dark argenta de los 80: Euroshima. Su único trabajo: Gala (cualquier parecido con Garlands, mera conicidencia, jaja) a mi entender esta bastante influido por la primera etapa de los gemelos celtas, tanto en lo que algunas han dado en llamar dark-ethereal como en el desolado espíritu del after punk mas suicida. Pero aca las letras son mas textuales, y remiten a un cierto existencialismo un tanto anarco y bastante nihilista. Están todos los temas en YouTube!! Synthe.
P:D: invito a conocer mi blog sobre genero y sexualidad

Anónimo dijo...

Elara, gracias por darme tanta información (con el corazón, no como una enciclopedia)sobre un grupo que me lleva apasionando hace años.La voz de Liz es un tesoro desgarrador, y no me decidía a "saber" en Internet. Gracias de nuevo. ¿Podrías darme alguna página tan interesante -o casi- como la tuya.Te dejo mi dirección.

Anónimo dijo...

Mi dirección es beatrixselene@gmail.com (sin comentarios, pues la contraseña está recionada con una canción de
ellos)